Esta es una moto de competición homologada para la ciudad, y para acercar mucho más el modelo al MotoGP, existe una versión con la misma pintura con la que corre la moto oficial de Suzuki en el campeonato mundial, permitiéndonos tener toda la deportividad posible en nuestras manos.
Precio
- Suzuki GSX-R 1000: CLP $10.990.000
Diseño de MotoGP
Para los amantes de las motos deportivas y del Moto GP, esta sin duda que podrá satisfacer sus necesidades desde el primer momento en que la vemos, nos encontramos con un modelo que tiene dentro de su gama de colores la posibilidad de poder tener la replica de la moto que corre el Moto GP.
Todo en esta moto esta pensado para los amantes de la velocidad, aunque en nuestra opinión el escape podría tener un mejor diseño para darle una mejor armonía al diseño, pero es solo cosa de gustos.
En el tablero encontramos toda la información necesaria para una moto de estas características, tiene un reloj análogo que marca las rpm.
A la derecha una pantalla que se divide en dos, en una parte dentro del circulo de las rpm ocupando un costado encontramos el indicador de marchas y bajo el indicador está el indicador de modo de conducción, que se divide entre A, B y C. Al costado, saliendo del círculo de las rpm, se extiende de manera rectangular la pantalla otorgando información como la hora, odómetro, temperatura del motor y la velocidad indicada da digitalmente.
Arriba se encuentra los testigos de luces altas, neutro, reserva de combustible y indicador de inyección electrónica FI. Bajo la pantalla tiene luces que indican el cambio de marcha configurables. Un detalle muy necesario que no tiene este modelo es el indicador de combustible, obligando a revisar ya sea con odómetro o mirando por la tapa de combustible, algo bastante incómodo, sobre todo para este tipo de motos que gastan mucho y que fácilmente se pueden quedar sin combustible. El único aviso que tiene es la luz testigo de reserva de combustible, que se prende arriba de la pantalla.
Potente motor
El motor de esta bestia japonesa, posee un motor DOHC de 4 tiempos con refrigeración líquida, una cilindrada de 999 cc con 4 cilindros en línea y 4 válvulas por cilindro, todo esto logra una una potencia de 182 HP y un torque de 117,6 Nm, para sus 205 kg de peso bruto. Tiene embrague de múltiples discos húmedos y transmisión de 6 velocidades.
Los números son bastante interesantes en el papel, pero llega el momento de probar la GSX-R. Existen dos modelos, uno que no incorpora frenos ABS y otro modelo que si tiene los frenos ABS. La unidad que nos tocó probar es la de «la vieja escuela», sin frenos ABS ni control de tracción, sólo poniendo a prueba la muñeca en situaciones adversas. La pudimos probar en condiciones climáticas favorables.
Luego de haber conducido ya una buena cantidad de kilómetros y conociendo mejor la moto para poder llevarla a sus límites (dentro de lo posible y lo legal obviamente), se acaban los minutos en los que uno encuentra todo una maravilla y ya comenzamos a sentir como es la moto realmente.
Comenzamos con la conducción en autopistas y carretera, en la cual es muy fácil poder adaptarse a esta moto, con un centro de gravedad preciso que hace que los movimientos sean más fluidos y menos forzosos, logrando mejores y más precisos movimientos con mayor seguridad.
La distribución de los pesos es correcta, no tiene una postura tan cansadora como en algunas Superbikes de 1.000 cc. no se siente tanto el peso en la parte delantera, ni forzando mucho las muñecas. La entrega de potencia de esta moto es adaptable a la muñeca, lo que quiere decir que es fácil conducir la moto bajo las 5000 rpm o en bajas rpm ya que no nos da tirones. Podemos obtener una conducción tranquila que no nos hará dudar del agarre en las curvas.
Luego la vamos forzando hasta llegar a las 6000 rpm, justamente aquí es donde esta moto transfiere las mejores sensaciones, control preciso de la potencia entre el acelerador y la respuesta de la moto, además de un sonido deportivo que hará pensar que estas en una carrera de MotoGP. ¡Pero cuidado! que al no tener ningún sistema de control de tracción, durante las aceleraciones fuertes, es muy fácil que esta moto pueda levantar la rueda delantera, lo que puede provocar una caída en manos inexpertas.
Tiene 3 modos de conducción que regulan la potencia para distintas situaciones, lo que no reemplaza la falta de control de tracción o distintos tipos de ayuda a la conducción en condiciones adversas, pero que si ayudan al momento de conducir en condiciones de lluvia en los que el agarre disminuye por razones obvias.
Pero mirando a la competencia, la GSX-R se encuentra al debe en cuanto a tecnología se trata con los controles de tracción y mejoras en la distribución de los modos de conducción, como también con el “Quickshift” o cambio semi automático, que permite pasar cambios sin necesidad de apretar embrague, que las competidoras sí los traen.
En curvas la estabilidad es muy buena, da confianza y permite realizar inclinaciones con mayor confianza y muy buena respuesta por parte de la moto. La suspensión la acompaña en todo momento ante imperfecciones del camino como también en frenadas y aceleraciones rápidas.
Los frenos hace años eran la debilidad de este modelo, algo que Suzuki mejoró hace tiempo y hasta ahora funciona de buena manera. Eso sí, el tacto en el frenado delantero es el más difícil de acostumbrar a la mano, pero sumando kilómetros se soluciona, por lo menos en esta versión que no monta frenos ABS.
